El bruxismo, el dolor orofacial y los problemas en las ATMs (articulaciones temporomandibulares) son problemas frecuentes en los adultos, pero son cada vez más comunes en niños. Estos problemas suelen ser las consecuencias de las adaptaciones musculares y funcionales que se realizan espontáneamente durante la masticación, la deglución, el habla y hasta en reposo, secundarias a un mal desarrollo de las estructuras esqueléticas y dentales.
La acumulación de tensión en la musculatura a causa de, por ejemplo, malos contactos dentales, masticación vertical, apretamiento continuo nocturno o diurno, da lugar a contracturas musculares. Estas, a su vez, producen dolor que se irradia a otros puntos.
Finalmente se termina estableciendo un círculo vicioso que termina incrementando el apretamiento tanto durante el día como al dormir. Dentro de este círculo vicioso de dolor y apretamiento también hay un gran componente psicológico e incluso trastornos respiratorios asociados (ronquido, apnea del sueño). En algunos pacientes también encontramos compensaciones musculares secundarias a una anquiloglosia (frenillo lingual corto, evidente u oculto).
Por todos estos motivos hay que tener un enfoque abierto y hacer un abordaje multidisciplinar a la hora de diagnosticar y tratar al paciente con bruxismo y dolor orofacial. Hay que averiguar las causas de una manera eficiente y así poder tratar los distintos componentes.